jueves, 13 de junio de 2013

LA BODEGA

Situada en el centro de Córdoba se encuentra esta taberna clásica que refleja el ambiente típico andaluz. La decoración de la casa con sus carteles taurinos y los barriles de vino acompaña a la cocina tradicional andaluza.
TABERNA EL JURAMENTO
Típica taberna cordobesa que está situada cerca de la Plaza de la Corredera. De su variada carta hay que destacar las especialidades de la casa: entre ellos las Patatas bravas o sus famosos Pimientos Rellenos.

martes, 11 de junio de 2013

CALLE PAÑUELO



La Calle del Pañuelo es una calleja sin salida como prolongación de la calle Pedro Jiménez.
Su denominación se atribuye al ancho de la calle, de tan corta medida en algún punto como la de un pañuelo de hombre.
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viernes, 7 de junio de 2013

Platos típicos como el salmorejo, rabo de toro, aceitunas, flamenquines y adobo.





GASTRONOMÍA EN CÓRDOBA
Cocina de los gazpachos andaluces, el salmorejo cordobés las paellas, el rabo de toro, etc. La influencia de la cocina andalusí (en árabe: الأندلس) es muy permente en algunas preparaciones culinarias. Como en los guisos con aceite de oliva, el vinagre, el pan rallado, el ajo, perejil, azafrán, etc. Algunos autores mencionan como la cocina cordobesa ha cedido a la fama del turismo, olvidando algunos platos clásicos.[1] Al igual que otras gastronomías de la comunidad andaluza, ha devenido en algunos casos urbanos en un servicio de tapas.
SÉNECA


Lucio Anneo Séneca (Latín: Lucius Annæus Seneca), llamado Séneca el Joven (4 a. C.65) fue un filósofo, político, orador y escritor romano conocido por sus obras de carácter moralista. Hijo del orador Marco Anneo Séneca, fue Cuestor, Pretor y Senador del Imperio Romano durante los gobiernos de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, además de Ministro, tutor y consejero del emperador Nerón.

Séneca destacó tanto como pensador e intelectual, así como político. Consumado orador, fue tanto una figura predominante de la política romana durante la era imperial como uno de los senadores más admirados, influyentes y respetados, y fue foco de múltiples enemistades y benefactores, a causa de este extraordinario prestigio.
IGLESIAS FERNANDINAS
Se denominan Iglesias Fernandinas a un conjunto de construcciones religiosas mandadas edificar por el rey Fernando III el Santo tras la conquista de Córdoba en 1236. La imposición de muchas de ellas sobre mezquitas previas, muestra una clara disposición para erradicar la influencia islámica, tan patente en la ciudad, así como para repoblar algunas zonas con súbditos cristianos.

Fernando III proyectó catorce collaciones o barrios parroquiales, siete en la Axerquía y siete en la antigua Medina, llamada desde entonces Villa. Se trata de edificios en los que un marcado aire románico se entrelaza con el gótico y el mudéjar.